Los aceites esenciales son extractos de plantas altamente concentrados que ofrecen una amplia gama de beneficios medicinales, desde calmar los músculos doloridos hasta aliviar el estrés. Dada su enorme popularidad, muchos podrían suponer que su uso es seguro, aunque ser "natural" no garantiza la seguridad. Aquí exploraremos por qué la respuesta a "¿Son seguros los aceites esenciales?" es algo más compleja que un simple sí o no.
Muchos aceites esenciales de Estados Unidos no están regulados por la Estados Unidos Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) . La FDA divide los aceites esenciales en tres categorías:
En Estados Unidos, los productos clasificados como medicamentos deben ser aprobados por la FDA en cuanto a seguridad y eficacia antes de poder venderse a los consumidores.
Aunque las empresas de aceites esenciales afirman que ingerirlos es seguro -incluso recomendable-, los expertos dicen lo contrario. El Centro Nacional de Intoxicaciones de la Capital confirma que "el mal uso de los aceites esenciales puede causar intoxicaciones graves". La agencia también recomienda que los frascos de aceites esenciales se guarden fuera del alcance de los niños pequeños y los animales domésticos.
Como los aceites esenciales están tan concentrados, es fácil consumir demasiada cantidad sin darse cuenta. Los compuestos que forman los aceites esenciales también pueden irritar las mucosas de la boca, el esófago, el revestimiento intestinal y el tubo digestivo.
Puedes aplicarte aceites esenciales por vía tópica, pero se recomienda diluirlos con un aceite portador y luego probar el aceite esencial en una pequeña porción de piel para Examen detectar cualquier efecto adverso, como enrojecimiento o erupción. Cuando te apliques aceites esenciales en la piel, es importante diluirlos con un aceite portador, como aceite de coco o de oliva. Aunque no seas alérgico, algunos aceites esenciales pueden causar irritación.
Espera 24 horas para ver si se produce una reacción tras aplicarte el aceite en la cara interna del antebrazo, por ejemplo. Si experimentas una reacción, interrumpe el uso tópico de ese aceite. Si no experimentas ninguna reacción adversa, puedes utilizar el aceite tópicamente y centrarte en los puntos de presión o en cualquier zona que te esté dando problemas.
Los aceites esenciales se utilizan habitualmente en aromaterapia, donde se difunden en agua y se inhala el vapor resultante. La difusión de aceites esenciales los descompone en moléculas más pequeñas, dispersándolas en el aire, donde viajan desde los nervios olfativos hasta el cerebro.
La difusión sigue siendo la forma más popular de utilizar los aceites esenciales, y muchas personas consideran esta práctica como una alternativa sana u holística a la quema de velas aromáticas en sus hogares. Aunque inhalar aceites esenciales diluidos es la forma más segura de consumirlos, conlleva sus propios riesgos. Las personas con piel sensible o problemas respiratorios, como el asma, deben evitar inhalar directamente aceites esenciales sin diluir y limitar también su exposición a los aceites esenciales diluidos (en difusión).
Los efectos secundarios que experimentes al utilizar aceites esenciales, si los hay, dependerán de los aceites que utilices, de cómo los utilices y de si eres alérgico a ellos. Si experimentas alguno de estos efectos secundarios, ponte en contacto con tu médico o busca ayuda médica de urgencia inmediatamente:
Diluir los aceites esenciales al aplicarlos tópicamente es crucial. Si compras productos cosméticos con aceites esenciales, es probable que ya contengan un aceite portador. Algunos aceites portadores populares son el aceite de coco, el aceite de aguacate, el aceite de almendras dulces y el aceite de argán. Estos aceites portadores se utilizan para proteger la piel de las esencias altamente concentradas.
Si tus manos entran en contacto con aceites esenciales sin diluir, asegúrate de lavarte bien las manos inmediatamente. La mayoría de los aceites esenciales vienen en frascos que sólo liberan una gota cada vez, para evitar este problema, pero aún así puede ocurrir. Lavarse las manos inmediatamente ayuda a evitar la posibilidad de olvidar que tienes aceite en las manos y que ese aceite acabe en tus ojos o en la comida que ingieres.
La fotosensibilidad es la sensibilidad a los rayos ultravioleta (UV) de la luz solar y otras fuentes de luz, como la luz fluorescente de interiores. Algunos aceites esenciales (incluidos los de cítricos) contienen compuestos como cumarinas y linalol, que pueden causar daños graves en la piel -como enrojecimiento, picor, quemaduras, ampollas y decoloración permanente de la piel- cuando se exponen al sol.
Aunque la difusión suele considerarse la forma más segura de utilizar los aceites esenciales, puede entrañar riesgos. Las personas asmáticas pueden notar que determinados aceites les inducen síntomas, y algunos aceites esenciales pueden ser peligrosos para los animales domésticos. Asegurarte de que tienes una ventilación adecuada en casa y de que no estás difundiendo constantemente puede ayudar.
Algunos aceites esenciales pueden interactuar con los medicamentos que estés tomando. La lavanda es un ejemplo: debido a sus propiedades sedantes, utilizar aceite esencial de lavanda mientras tomas cualquier tipo de medicación que te produzca somnolencia (incluidos algunos medicamentos para la alergia, somníferos y algunos antidepresivos) puede exacerbar la sensación de sueño que tienes. Esto puede ser tan leve como necesitar una siesta durante el día hasta ser completamente incapaz de permanecer despierto.
Por desgracia, no se ha investigado mucho cómo pueden interactuar los aceites esenciales con los distintos medicamentos. Pero siempre existe la posibilidad de que se produzcan interacciones entre los medicamentos y otras sustancias que te metes o te pones en el cuerpo.
La popularidad de los aceites esenciales sigue creciendo cada año, y muchas personas se preguntan si son seguros. La respuesta breve es: depende. Depende de la frecuencia de uso, la calidad de los aceites esenciales y la forma en que se utilicen. El consenso es que el uso de aceites esenciales de alta calidad con fines aromaterapéuticos es seguro con moderación, pero siempre depende de tus necesidades bioindividuales y de tus problemas de salud.