No hay nada como el olor del café recién hecho por la mañana.
Si te gusta el café, probablemente estés familiarizado con su larga lista de beneficios para la salud. Los estudios han demostrado que puede reducir el riesgo de diabetes tipo 2, Parkinson y Alzheimer, por nombrar algunos.
Para muchos de nosotros, el café es lo primero que nos metemos en el cuerpo cada día. Pero como tantas cosas en la vida, el momento oportuno lo es todo.
Nuestro estómago produce naturalmente ácido clorhídrico, que nos ayuda a digerir los alimentos. El café estimula esa producción. (Alerta de spoiler: por eso sueles tener que correr al baño después de beber café). Pero si no hay nada que digerir en tu estómago cuando aparece el café, ese exceso de ácido clorhídrico puede dañar el revestimiento de tu estómago con el tiempo.
La buena noticia es que hay una forma fácil de evitarlo: Come algo antes de engullir el café. Aunque sea algo sencillo como fruta o un puñado de frutos secos, mantendrás ese ácido clorhídrico ocupado digiriendo tu comida en lugar de irritar tu estómago.
Nuestros ritmos circadianos influyen en qué hormonas producimos y cuándo. Por la mañana, producimos más cortisol, una hormona del estrés que indica a nuestro cuerpo que es hora de despertarse, como el despertador incorporado del cuerpo.
El café también estimula la producción de cortisol. Tomar café cuando tu cuerpo ya está produciendo cortisol de forma natural, especialmente con el estómago vacío, puede hacerte sentir nervioso y ansioso. Tus niveles de cortisol empiezan a descender entre 30 minutos y una hora después de despertarte, por lo que puedes considerar la posibilidad de esperar hasta entonces, después de haber comido algo, para tomarte el café.
La próxima vez que sientas la tentación de tomar una taza de café a primera hora de la mañana, prueba a comer algo. Tu estómago te lo agradecerá, tus hormonas te lo agradecerán y sacarás más partido a tu café.
comprobar echa un vistazo a estas ideas de desayunos rápidos y fáciles que puedes preparar en menos de diez minutos mientras te preparas el café:
Instrucciones: Mezcla la avena, las semillas de chía y la leche. Refrigéralo toda la noche. Cuando te despiertes, ¡tendrás un delicioso desayuno listo para tomar! Puedes añadir los ingredientes opcionales la noche anterior para que los sabores se mezclen, o por la mañana.
Instrucciones: Echa todo en una batidora, mezcla y ¡vierte!
Instrucciones: Mezcla aguacate, zumo de limón y aceite de oliva en un cuenco. Tuesta el pan y cúbrelo con el puré de aguacate. Añade sal y pimienta al gusto y ¡a disfrutar!