Si alguien te dijera que es más importante hacer ejercicio que preocuparte por la cantidad de basura que comes o bebes, ¿te detendrías y harías una pausa? ¿Y si se tratara de un estudio publicado en una revista científica de prestigio?
Si suena sospechoso, es porque muy bien podría serlo.
Un reciente artículo del New York Times detalla que Coca-Cola se ha asociado con un equipo de influyentes científicos para restar importancia a la influencia de la comida rápida y las bebidas azucaradas en la epidemia de obesidad. El gigante de las bebidas está proporcionando un importante apoyo financiero y logístico para ayudar a hacer correr la voz en revistas médicas, en conferencias y a través de las redes sociales.
El año pasado, Coca-Cola donó 1,5 millones de dólares para poner en marcha Global Energy Balance Network, una nueva organización sin ánimo de lucro que afirma que "no hay pruebas convincentes" de que los refrescos sean causa de obesidad. Coke ha proporcionado casi 4 millones de dólares en financiación a dos de los miembros fundadores de la organización sin ánimo de lucro. Aunque los científicos de la organización insisten en que no hay nada turbio en la afiliación, la dirección sitio web de la organización sin ánimo de lucro está registrada en la sede de Coca-Cola.
En un comunicado reciente, la organización sin ánimo de lucro afirmaba: "Los medios de comunicación tienden a culpar de la epidemia de obesidad a los malos hábitos alimentarios. Pero, ¿son realmente las patatas fritas las culpables?".
Si esto te parece terrible, la buena noticia es que Coca-Cola está reaccionando ante un hecho muy alentador: en los últimos 20 años, el consumo de refrescos con todas las calorías ha descendido un 25%. La gente está cambiando sus hábitos alimentarios para mejor, y se han producido algunas victorias importantes: ¡las tasas de obesidad infantil temprana por fin están disminuyendo!
Pero eso está perjudicando los resultados de las empresas de refrescos y comida rápida, y este impulso es sólo una forma de que intenten recuperar sus pérdidas.
Por supuesto, nadie niega el impacto de un estilo de vida sedentario en la expansión de nuestras cinturas: hacer ejercicio con regularidad es esencial. Pero es irresponsable afirmar que los refrescos tienen cabida en una dieta sana.
Tenemos más de 100 profesores visitantes diferentes en Nutrición Integrativa que representan una amplia variedad de perspectivas: desde veganos a paleo y desde ricos en carbohidratos a bajos en carbohidratos. No hay muchas cosas en las que estén de acuerdo, pero la recomendación de "dejar de beber refrescos" es un terreno común casi universal.
La profesora visitante de Nutrición Integrativa Marion Nestle fue tajante al respecto: "La Red Global de Equilibrio Energético no es más que un grupo de fachada de Coca-Cola. La agenda de Coca-Cola aquí es muy clara: conseguir que estos investigadores confundan la ciencia y desvíen la atención de la ingesta dietética".
¿Qué puedes hacer? Empieza con una de las sabidurías favoritas del fundador del IIN, Joshua Rosenthal: cuestiona lo que te dicen. Como dijo Nelson Mandela: "La educación es el arma más poderosa que puedes utilizar para cambiar el mundo".
Aunque desgraciadamente no siempre puedes fiarte de todos los estudios que ves en los titulares, puedes fiarte de ti mismo si profundizas y llegas a conclusiones por ti mismo.
Eso es exactamente lo que nuestro plan de estudios te permite hacer: analizar los hechos, pensar críticamente y encontrar lo que funciona para ti. Luego comparte estos conocimientos con amigos, familiares, colegas y clientes y anímales a hacer lo mismo: ¡a eso nos referimos cuando hablamos del efecto dominó!
¿Qué opinas de esta noticia? ¿Crees que los refrescos son los principales responsables de la epidemia de obesidad? ¿Qué otros factores hay que tener en cuenta? Háznoslo saber en la sección de comentarios más abajo.