Hace unos 2.500 años, el Señor Buda habló de las cinco causas del sufrimiento:
Continuó diciendo que cuando redescubras quién eres realmente, todas las demás causas de sufrimiento desaparecerán.
Creo que debes redescubrirte porque tu verdadero yo está, y siempre ha estado, contigo. Simplemente lo has olvidado. Has permitido que quedara cubierto por todas las creencias, recuerdos y deseos que llenan tu vida. En algún momento fuimos todos perfectos, felizmente felices e iluminados, viviendo en Satya Yuga (la Edad de Oro), un Jardín del Edén. Sin embargo, como el hijo pródigo, tuvimos la tentación de alejarnos y explorar, pero en lugar de ello nos perdimos y confundimos, olvidando nuestra verdadera identidad.
Hace algunos años, me encontraba en la India. La profesora con la que estudiaba me invitó a viajar con ella a una pequeña aldea en las estribaciones del Himalaya. El último tramo lo hicimos a lomos de un camión que llevaba suministros a lugares remotos. Cuando llegadanos recibieron calurosamente con una pequeña celebración. Cuando llegó la hora de dormir, me mostraron una sencilla cabaña que contenía una cama de madera en forma de caja. Sólo entonces pensé en mi equipaje. No estaba en la habitación. Miramos donde el camión había descargado las provisiones, pero tampoco estaba allí.
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Se decidió que mi bolsa se había quedado en el camión, que hacía tiempo que había partido. Este pueblo no tenía tiendas. Ni servicio telefónico. Me fui a la cama preguntándome qué haría. A la mañana siguiente, un joven al que no había visto antes vino a mi habitación con algo de desayuno. Echó un vistazo a la habitación y preguntó: "¿Dónde están tus cosas?". Mi bolsa se ha perdido, le dije. "Pero la subí ayer y la puse a buen recaudo en el cajón de debajo de la cama", dijo.
¡Y allí estaba! Había estado buscando fuera cuando todo lo que necesitaba estaba allí mismo, todo el tiempo.
Todo está aquí y ahora. Sólo tenemos que mirar hacia dentro. Es hora de volver a casa y abrazar a tu verdadero yo. Mark Twain dijo una vez: "Los dos días más importantes de tu vida son el día en que naces y el día en que descubres por qué".
Has nacido para redescubrirte.
Tómate un momento para preguntarte: "¿Quién soy?". Luego pregúntate: "¿Cuál es mi propósito?". Hay muchas historias que creamos sobre nosotros mismos. Algunas son buenas y otras sólo pueden causar confusión. Ahora hazte las mismas preguntas, pero esta vez lleva tu conciencia a tu corazón. Pide a tu corazón que te guíe y escucha su respuesta. Puedes cerrar los ojos si te resulta más fácil. Puede que esta vez obtengas respuestas diferentes. En cualquier caso, la verdadera razón por la que estás aquí, y tu propósito final, es redescubrir quién eres realmente.
Encontrar tu verdadero yo es un proceso, un viaje. Como un embudo, empieza siendo amplio y puede incluir muchas cosas complementarias, pero poco a poco se va estrechando. A medida que nos alineamos más y más con nuestro verdadero yo se despliega la sabiduría interior. La vida se vuelve mágica y sin esfuerzo. Pero debemos ser pacientes: El universo puede tener planes para nosotros, más grandes de lo que podemos imaginar.
Cuando era joven, mi padre era un ingeniero que viajaba por todo el mundo. Pensé que era una vida estupenda, y decidí convertirme en un ingeniero que construyera carreteras por todo el mundo. En la universidad me di cuenta rápidamente de que esto no era adecuado para mí, así que lo dejé. Afortunadamente, poco después aprendí a meditar, e inmediatamente supe que quería enseñar meditación. Tras enseñar durante unos años, conocí a Deepak Chopra y empecé a trabajar con él. Desde entonces, he viajado por todo el mundo, ayudando a la gente a encontrar el camino de vuelta a casa.
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Tómate un momento para reflexionar sobre tu vida. Pregúntate a ti mismo: ¿Estoy viviendo mi verdadero propósito? ¿Está tu vida llena de confusión, apegos, miedos, expectativas negativas y drama? ¿O te parece que tus acciones son en su mayoría espontáneamente correctas? ¿Sabes automáticamente qué hacer en la mayoría de situacioness? ¿Tu vida se siente sin esfuerzo y apoyada por el mundo que te rodea? Si éste eres tú, enhorabuena. Te estás acercando.
A continuación te ofrecemos cinco formas de ayudarte a redescubrir tu verdadero yo.
En el caótico y confuso mundo actual, es fácil perderse. Estamos constantemente bombardeados por campañas de marketing, redes sociales y noticias falsas. Esto no significa que no debamos escuchar buenos consejos. Pero, en última instancia, tenemos que encontrar nuestro propio camino.
Como dijo la escritora Diane Grant: "Es mejor caminar solo que con una multitud que va en la dirección equivocada". Pero, ¿cómo sabemos qué dirección es la correcta para nosotros? La superficie de la mente es donde vive el ego, y al ego le encanta el drama. Necesitamos mirar más profundamente. La luz elimina la oscuridad, y la meditación es la luz que nos guía en nuestro viaje interior, para acceder al campo silencioso de posibilidades infinitas donde vive nuestro verdadero yo.
La meditación no consiste en hacer que tu mente se aquiete; eso es imposible. Se trata de encontrar la tranquilidad que ya está dentro de ti. Repetir en silencio un mantra o simplemente observar nuestra respiración nos lleva de la actividad a niveles más tranquilos de pensamiento, hasta que nos deslizamos en los espacios entre nuestros pensamientos. No somos nuestros pensamientos. Somos quien los piensa, así que el único lugar donde puede estar el pensador de los pensamientos es en el espacio entre ellos. Éste es el verdadero tú, el testigo de todos los pensamientos, emociones y actividad. Viajando regularmente de un lado a otro, empezamos a integrar el recuerdo de quiénes somos en nuestra vida cotidiana. La vida vuelve a ser mágica.
Aprende a desprenderte de las cosas que ya no te sirven. El apego crea limitaciones. Lo conocido es nuestra prisión, y lo desconocido son posibilidades infinitas. Sé valiente y comprometido espiritualmente, y confía en el infinito poder organizador del universo.
Si vives con conciencia, cada momento es una meditación. Siempre tienes una elección: Aprende a elegir conscientemente. Las personas y las situaciones de tu vida no son tan importantes como la forma en que reaccionas ante ellas. Donde pones tu atención, va tu energía. No malgastes tu energía en cosas innecesarias y aprende a discernir. Tus deseos dan forma a tu vida; ten cuidado con lo que deseas. Pregúntale siempre a tu corazón: "¿Estos deseos y reacciones sirven a mi crecimiento y desarrollo espiritual?".
La vida puede verse como una serie de problemas u oportunidades. Busca el don y el crecimiento espiritual en todo. Centrarse en las cosas como problemas sólo conduce al estancamiento. Sabe cuándo encontrar el camino para sortear los obstáculos, en lugar de gastar tiempo y energía intentando eliminarlos. Céntrate en recorrer tu propio camino de propósito.
Mantente abierto a nuevas ideas. La naturaleza está llena de plantas y criaturas diferentes porque Dios no dejó de probar nuevas ideas.
Repite afirmaciones que te recuerden tu propósito. Puedes crear las tuyas propias o probar algunas de éstas.
Doy la bienvenida a la incertidumbre.
Cuando surjan dudas, primero dudaré del que duda.
Cuando las cosas no parecen ir como yo quiero, confío en que el universo tiene planes mejores para mí.
Seré paciente y elegiré siempre el amor.
Este momento es perfecto y, a partir de su perfección, crearé un futuro perfecto.
Estoy agradecida por todas las bendiciones que tengo en mi vida.
Lleva la esencia de las afirmaciones al centro de tu ombligo. Imagina que plantas allí sus semillas. Ésta es la sede de tu poder personal.
Hay un proverbio budista que dice: "Si estás mirando en la dirección correcta, todo lo que tienes que hacer es seguir caminando".
Deja de pensar. Empieza a hacer. Diviértete. ¡Tu verdadero yo te está esperando!
Roger Gabriel es Director de Meditación de Chopra Globaly miembro del Consejo Asesor de Certificaciones del Centro Chopra. ¿Quieres aprender directamente de él? Inscríbete en la Certificación en Meditación Chopra, en el curso de Enriquecimiento en Meditación Chopra o en el curso de Fundamentos de la Meditación Chopra.