Samvida Patel, editora de contenidos del IIN, promoción de febrero de 2015
Ir a los libros, preparar los almuerzos escolares y prepararse para temperaturas más bajas... Se puede decir que despedirse del verano no siempre es fácil. Al mismo tiempo, el otoño tiene su parte de aspectos muy queridos: jerséis, follaje colorido y cafés con especias de calabaza, por nombrar algunos.
¿Cómo puedes aprovechar la transición al otoño? Aquí tienes cuatro consejos que te ayudarán a alinearte con lo que te ofrece el otoño:
1) Come alimentos enraizantes.
Muchas prácticas antiguas, como el Ayurveda y la Medicina Tradicional China, abogan por estar en armonía con el entorno. A medida que el aire se vuelve más frío, aliméntate con alimentos enraizantes y cálidos, como boniatos, calabaza, remolacha, cereales sustanciosos, jengibre, clavo y canela. ¿Alguien quiere especias de calabaza?
2) Revisa lo que empezaste.
Aunque puede asustar pensar que el año pasa volando, el otoño ofrece la oportunidad de bajar el ritmo y volver a la rutina tras el ajetreo del verano. Echa la vista atrás a los objetivos e intenciones que te fijaste a principios de año. ¿Hasta dónde has llegado? ¿Qué quieres conseguir antes de que acabe el año? ¿Qué mentalidades y pasos de acción te ayudarán a conseguirlo? Encontrar un espacio de trabajo tranquilo -como una cafetería o una biblioteca- puede inspirarte para pasar al modo de vuelta al cole y motivarte para avanzar en cualquier proyecto que hayas dejado aparcado.
3) Suelta.
Igual que los árboles se desprenden de sus hojas, soltar lo que ya no te sirve o lo que has intentado dejar atrás puede ser liberador. Las estaciones son la prueba de que la naturaleza es cíclica. Aceptar este concepto puede tranquilizarte, ya que siempre hay algo nuevo que esperar.
4) Acurrúcate.
Los cambios estacionales brindan una magnífica oportunidad para sacar tus jerséis favoritos (quizá de colores oscuros o tonos tierra) y acurrucarte con un buen libro y una taza de té. El otoño es la época en que los animales empiezan a recolectar y conservar alimentos mientras se preparan para la hibernación. Canaliza esa energía pasando tiempo en interiores de forma nutritiva o ponte algunas capas de abrigo para ir de excursión a las montañas. El otoño es para sentirse abrigado. Además, hacer ejercicio a temperaturas más frescas puede ser refrescante, al igual que tomarse tiempo para apreciar los vibrantes colores otoñales que te rodean.
¿Qué prácticas de autocuidado te ayudan a instalarte en el otoño? ¡Compártelas a continuación!