Tanto si trabajas en una oficina convencional, en tu cafetería favorita o en casa, es importante cultivar un espacio que te permita ser eficaz y tener éxito en el trabajo.
Cuando crees o reorganices un espacio de trabajo, asegúrate de que esté libre de desorden y distracciones, ya que tu entorno puede tener un gran impacto en tu productividad y en cómo te sientes con tu trabajo. Además, con un espacio bien organizado, te sentirás en control y podrás centrarte claramente en las tareas que hay que hacer.
Si estás listo para cambiar tu oficina, prueba estos consejos para organizar y desordenar tu espacio de trabajo:
Empieza de cero
A veces, lo más difícil de un gran proyecto como organizar tu escritorio u oficina es saber por dónde empezar, así que puede ser útil empezar de cero. Prueba a vaciar tu escritorio y meterlo todo en una caja. Espera a necesitar un objeto antes de volver a colocarlo en el escritorio o en un cajón. Si no has utilizado algo en unos días, probablemente no lo necesites. De este modo, sólo te quedarás con los objetos que necesitas y utilizas habitualmente.
Organiza bien tu escritorio
Organiza tu escritorio de forma que se adapte a tu flujo de trabajo, estableciendo "zonas" para tus funciones diarias. Por ejemplo, puedes crear una zona de trabajo para el ordenador y el cuaderno, una "biblioteca" para la investigación y la lectura, una zona de almacenamiento para los suministros y una zona de archivo para archivar el trabajo anterior. Además, es útil colocar los objetos que utilizas con frecuencia en tu lado dominante, al alcance de la mano, para facilitar el acceso.
Ilumínalo
Tu espacio de trabajo debe tener al menos tres puntos de luz: natural, cenital y a nivel del escritorio. Si te falta luz natural, considera la posibilidad de añadir una lámpara de pie o una lámpara de escritorio adicional. En lugar de optar por la típica lámpara de escritorio corporativa, comprobar echa un vistazo al departamento de salones de una tienda de hogar para conseguir una sensación más cálida que encaje con tu estilo personal.
Organízate cada día
Es bien si tu espacio de trabajo se desordena durante el día: ¡significa que estás trabajando! Pero una táctica para evitar el desorden es ordenar tu escritorio cada noche antes de irte. Dedicar cinco o diez minutos a organizarte al final de cada jornada te ayudará a empezar el día siguiente con las pilas cargadas y ¡listo para ponerte a trabajar! También es importante desinfectar tu escritorio con regularidad.
Reduce tu bandeja de entrada
Muchos de nosotros sentimos que nos ahogamos en correos electrónicos, por lo que el desorden también significa limpiar tu bandeja de entrada. Evita utilizar tu correo electrónico como una lista de tareas pendientes. En lugar de marcar los correos electrónicos de forma no sistemática o marcarlos como no leídos hasta que tengas tiempo de llegar a ellos, establece recordatorios para el seguimiento de correo electrónico . Del mismo modo, una forma de reducir el número de correos electrónicos en tu bandeja de entrada es designar momentos específicos a lo largo del día para responder estrictamente a los correos electrónicos.
Detén el desorden digital
El desorden tiene muchas formas y tamaños, ¡también en tu ordenador! Mantén tu escritorio libre de archivos aleatorios y organiza tus carpetas de forma lógica y comprensible. Piénsalo de este modo: si mañana no fueras a trabajar, ¿podría alguien encontrar fácilmente los archivos concretos que busca?
¿Cómo te organizas en el trabajo? ¡Cuéntanoslo en los comentarios!
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