¿Has utilizado alguna vez el ajetreo como excusa para renunciar a cosas que hacen que tu cuerpo se sienta bien? En lugar de preparar la cena en casa o hacer ejercicio, vas a por una comida rápida al autoservicio y no has ido al gimnasio en meses. Llenar demasiado tu agenda puede llevarte a un ciclo brutal de estrés que hará que te olvides de tu propia salud y felicidad.
En la sociedad actual, estar ocupado se ha convertido en la nueva norma. Estar ocupado se asocia a menudo con trabajar duro, lo que debe significar que lo estás haciendo bien y tienes éxito, ¿verdad? En realidad, estar demasiado ocupado puede hacer que te sientas constantemente presionado por el tiempo, en conflicto sobre qué hacer a continuación y realizando múltiples tareas sin un único enfoque. Estos sentimientos continuos pueden afectar en gran medida a tus niveles de estrés y, de hecho, reducir el éxito en tu vida, tanto personal como profesional.
Cuando se trata de estar ocupado, prioriza primero tus grandes objetivos, sueños y preocupaciones principales, antes de realizar las actividades que necesitas hacer o con las que disfrutas, pero que no son absolutamente cruciales. Las tareas mundanas y cotidianas de las que eres responsable deben hacerse en último lugar.
Aquí tienes algunos consejos que te ayudarán a gestionar tu ajetreo:
- Utiliza herramientas de gestión del tiempo. Utilizar herramientas para gestionar tu tiempo, mantenerte organizado y ordenar las tareas cruciales puede ayudarte a sentirte menos disperso y darte una buena visión de cómo son tus días. Ten a mano un planificador o una lista de tareas para asegurarte de que sigues siendo productivo, de que no llenas demasiado tus días y de que siempre incorporas momentos de inactividad para evitar ponerte ansioso y agobiarte.
- Aprende a decir no. Cuando intentas equilibrar tu trabajo, tu vida social, tu vida doméstica y tu tiempo personal, a menudo decimos que sí a demasiadas cosas y acabamos dejando en un segundo plano nuestro tiempo para disfrutar. Tanto si se trata de reprogramar una cita con un cliente como de cancelar un almuerzo con una amiga, recuerda que para ser tu mejor yo, también necesitas tiempo para autocuidado. Poner demasiadas cosas en tu plato con la esperanza de complacer a todo el mundo puede provocar estrés y agotamiento.
- Planifica la desconexión. Reserva un tiempo en tu calendario para desconectar de tu correo electrónico, cerrar las redes sociales y evitar contestar mensajes de texto y llamadas telefónicas. ¡Estas cosas pueden esperar!
- Mantente responsable. Haz que un amigo coach de saludpareja o compañero de trabajo que te recuerde que no debes llegar al límite. Aunque ser muy trabajador es algo de lo que sentirse orgulloso, llegar a tu límite no merece la pena por la agonía y las repercusiones que conlleva. Utiliza tu voz para compartir cómo te sientes con alguien en quien confíes: a veces, desahogarte puede ser el mejor método para aliviar la tensión que estás experimentando.
- ¡Recompénsate! ¿Has cumplido todos tus objetivos esenciales de la semana? Tómate un momento para reconocer lo increíble que es ese logro y recompénsate. Ya sea tomando algo después del trabajo con un amigo, contratando a una canguro para una cita espontánea, tomando una clase de yoga el sábado por la tarde o incluso durmiendo una hora más, estos momentos que te aportan alegría deberían ser tan importantes como tachar cosas de tu lista de tareas pendientes.
Cuéntanos tus mejores consejos para evitar el ajetreo y crear un espacio despejado en los comentarios de abajo.
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