En el IIN, enseñamos el concepto de bioindividualidad: la idea de que cada persona es diferente y lo que funciona para una persona puede no funcionar para otra. Algunas personas son madrugadoras por naturaleza, mientras que otras son auténticos búhos nocturnos.
No está bien ni mal madrugar, pero aquí tienes cinco ventajas de ser una persona madrugadora.
1. Rutina de entrenamiento constante. Como persona madrugadora, es más probable que sigas una rutina de entrenamiento constante. Es fácil distraerse con exigencias laborales inesperadas, actividades sociales u otros compromisos a última hora del día que pueden entorpecer el ejercicio físico. El tiempo extra por la mañana te da más tiempo para mover el cuerpo antes de empezar oficialmente el día. Además, el cuerpo y la mente tienden a estar más enérgicos y alerta a primera hora de la mañana, lo que hace que el ejercicio sea más eficaz y agradable.
2. Un delicioso tiempo a solas. Como madrugador, es probable que tengas más tiempo para ti mismo. Es el momento perfecto para establecer una intención diaria y disfrutar de un poco de autocuidado sin que nadie te distraiga ni te moleste. Este tiempo extra a solas también es estupendo para crear un impulso positivo en lugar de dejarte arrastrar por las intenciones y energías de los demás a lo largo del día.
3. Aumento de la productividad y la creatividad. Cuando te despiertas, sueles estar en un estado de menor resistencia que en cualquier otro momento del día. Con esta falta de resistencia, te beneficias de estar más en contacto con tu yo intuitivo y creativo. Además, en este espacio de apertura, sueles tener más claros tus deseos y anhelos. En lugar de atender a tus "deberías" y "tienes que", puedes expresar creativamente los deseos más profundos de tu alma.
4. ¡Sin prisas! A nadie le gusta la sensación de ir deprisa o con prisas por la puerta. Al levantarte antes, tienes más tiempo para desayunar bien, lavarte los dientes, jugar con tu mascota y prepararte tranquilamente para el día. La energía frenética de una mañana apresurada suele perpetuarse a lo largo del día, ¡haciendo que te sientas apresurado hagas lo que hagas! Cuando te tomas la mañana con calma, sientes una energía más tranquila y pacífica, independientemente de las circunstancias que se presenten.
5. Armonía con la naturaleza. Los humanos somos animales naturalmente diurnos, lo que significa que nos despertamos y nos acostamos con el sol. Los estudios han demostrado que quienes están más expuestos a la luz matutina tienen en realidad un IMC más bajo que las personas que están menos expuestas a la luz entre las 8 de la mañana y el mediodía. Los que tienen más exposición a la luz solar matutina también tienden a dormir mejor por la noche y son menos propensos a sentirse deprimidos y estresados que los que no reciben tanta luz solar matutina.
Ahora que conoces algunos de sus beneficios, ¿cómo puedes cambiar tu rutina y convertirte en una persona madrugadora? Aquí tienes algunas estrategias sencillas para convertirte en una persona madrugadora:
Recuerda que no hay nada correcto o incorrecto: si no eres una persona madrugadora y eso te funciona bien en este momento de tu viaje, ¡genial! Pero si estás deseando convertirte en una persona madrugadora, experimenta con algunas de estas estrategias. Sé amable y gentil contigo mismo, y recuerda que debes progresar gradualmente para crear un cambio duradero. Juega con tu horario hasta que llegues a la "hora mágica" en la que te sientas más renovado, con más energía y lleno de vitalidad durante todo el día.