Entre los beneficios del yoga se incluyen desde el aumento de la flexibilidad hasta la mejora de la imagen corporal y la confianza en uno mismo, pasando por la reducción de los sentimientos de depresión. El yoga, que significa "unión" en sánscrito, ayuda a reforzar la conexión mente-cuerpo, y las investigaciones demuestran que es una poderosa herramienta para combatir el estrés y favorecer el bienestar.
Cuando piensas en el yoga, es posible que pienses en posturas físicas, pero el trabajo de la respiración -una parte importante de la práctica del yoga- es igual de importante. Se ha demostrado que el pranayama, la práctica del control de la respiración, tiene una serie de beneficios por su efecto sobre el sistema nervioso.
Hay dos partes del sistema nervioso relacionadas con el estrés que cumplen funciones opuestas.
El sistema nervioso simpático gobierna la respuesta de "lucha o huida" y entra en acción cuando se percibe una amenaza. Crea una cadena de reacciones que afectan a todo, desde la perspectiva mental hasta las hormonas, para prepararse y hacer frente a la amenaza. Cuando estamos estresados, éste es el estado en el que nos encontramos.
El sistema nervioso parasimpático, en cambio, es responsable de la respuesta de "descansar y digerir". Cuando se activa, solemos sentirnos a gusto, y el cuerpo es capaz de dar prioridad al mantenimiento y la reparación, lo que puede favorecer la salud a largo plazo.
El pranayama ayuda a activar el sistema nervioso parasimpático, que puede ayudar a bajar la tensión arterial, disminuir el estrés, favorecer la digestión, reducir la ansiedad y mejorar la inmunidad. Con horarios apretados y vidas agitadas, muchos de nosotros estamos casi constantemente en ese estado de lucha o huida, que puede pasar factura al cuerpo y dejarnos exhaustos. Simplemente dedicar unos momentos a respirar con atención puede tener un gran impacto tanto en nuestra mente como en Salud física.
He aquí algunas técnicas que te ayudarán a conectar con tu respiración.
1. Ujjayi (Respiración Victoriosa)
Esta práctica se conoce a veces como respiración con sonido oceánico porque, si se hace correctamente, casi suena como las olas del océano. Para practicarla, inhala por la nariz y cierra la garganta al exhalar (como si intentaras vaporizar un espejo con la respiración, pero con los labios cerrados). Deja que el vientre se expanda. Al exhalar por la nariz, contrae el vientre hacia la columna vertebral.
2. Nadi Shodhana (Respiración con las fosas nasales alternas)
Se cree que esta técnica ayuda a unir las energías masculina y femenina del cuerpo. Para practicarla, siéntate en una postura cómoda. Con la mano derecha, coloca el dedo anular en la fosa nasal izquierda y toca suavemente con el pulgar la fosa nasal derecha. Inhala por la fosa nasal derecha, utilizando el dedo anular para cerrar la fosa nasal izquierda. A continuación, utiliza el pulgar para cerrar la fosa nasal derecha y exhala por la izquierda. A continuación, inhala por la fosa nasal izquierda, cerrando la derecha con el pulgar, y exhala por la derecha. Continúa cambiando de lado con cada respiración.
3. Sama Vritti (Respiración uniforme o cuadrada)
Esta práctica puede ser una forma muy calmante de trabajo respiratorio. Para empezar, comienza con la respiración ujjayi. Cuando hayas desarrollado un buen ritmo, empieza a hacer una pausa al principio de cada inhalación y otra al final de cada exhalación. Con el tiempo, puede que te establezcas en una respiración que es igual en sus cuatro partes: inhalar, aguantar, exhalar y aguantar. (¿Puedes imaginarte el "cuadrado"?)
Aunque el pranayama suele ser una práctica segura y beneficiosa, hay ocasiones, como durante el embarazo, en que no se recomiendan algunas formas de control de la respiración. Si no estás segura, pregunta a tu profesional de cuidado de la salud .
Cada una de estas técnicas es una gran herramienta para cuando te sientes estresado y te vendría bien un poco de conexión a tierra, pero empieza con sesiones más cortas y ve aumentando para seguir sintiendo los beneficios.