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¿Puede el ejercicio proteger al cerebro del Alzheimer?

Escrito por Integrative Nutrition | Jun 8, 2024 1:10:26 PM

En la actualidad, no hay cura disponible para los casi 5,5 millones de personas de la Estados Unidos diagnosticadas con la enfermedad de Alzheimer. Pero resulta que el ejercicio podría ser una forma excelente de ralentizar la progresión, e incluso prevenir, la enfermedad cerebral degenerativa.

Según un análisis de investigación publicado por la Escuela de Ciencias de la Salud y el Ejercicio de la Universidad de Columbia Británica, todos los estudios sugieren que el ejercicio regular no sólo previene el desarrollo del Alzheimer, sino que también mejora el desempeño de las actividades cotidianas de quienes ya padecen la enfermedad.

Los investigadores descubrieron que los adultos mayores no diagnosticados de Alzheimer que eran físicamente activos tenían muchas menos probabilidades de desarrollar la enfermedad que las personas inactivas, lo que indica claramente que el ejercicio es clave para prevenir la atrofia neuronal en adultos por lo demás sanos.

¿Por qué es tan útil el ejercicio? Quizá porque fomenta la neurogénesis, o creación de nuevas células cerebrales. En un estudio publicado en 2011, investigadores de la Clínica Cleveland estudiaron los cerebros de personas con el gen e4, una variante genética que aumenta el riesgo de desarrollar Alzheimer. La mitad del grupo hizo ejercicio regularmente, mientras que la otra mitad permaneció sedentaria. También se examinó a otro grupo de control sin el gen e4. Al cabo de unos meses, los investigadores utilizaron una máquina de resonancia magnética para examinar los cerebros de los participantes. Los que tenían el gen e4 y hacían ejercicio presentaban una contracción mínima de la región del hipocampo del cerebro. Comparativamente, los que no hacían ejercicio con regularidad presentaban una atrofia significativa en el hipocampo: ¡hasta casi un tres por ciento de encogimiento!

El grupo de control obtuvo un resultado similar al de los que hacían ejercicio, con muy pocos cambios en su anatomía cerebral. Así que, básicamente, los cerebros de las personas físicamente activas con alto riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer tenían el mismo aspecto que los cerebros de las personas con menor riesgo de padecer la enfermedad.

Y a nivel práctico, el ejercicio es sencillamente bueno para tu cuerpo. Porque aumenta el flujo de sangre y oxígeno a todas las partes del cuerpo -incluido el cerebro-, lo que ayuda a mejorar la función cerebral. El ejercicio puede ser beneficioso para prevenir la demencia vascular, que endurece las venas y arterias. Mantener el sistema vascular flexible y sano ayuda a minimizar los riesgos de muchas enfermedades crónicas.

¿Resumiendo? Deberías hacer ejercicio regularmente, independientemente de lo grave que sea tu riesgo de padecer Alzheimer. Si eres portador del gen e4, hacer ejercicio es necesario para prevenir la formación y la progresión de la enfermedad. Si no tienes el gen, debes saber que aumentar los niveles de sangre y oxígeno mediante el ejercicio sólo puede hacerte más sano... y, por supuesto, prevenir un futuro diagnóstico de Alzheimer.