Muévete, kale, y deja paso a los berros.
Esta hoja verde picante se cultiva en agua y contiene más de una docena de vitaminas y minerales beneficiosos para todo el organismo.
Por ejemplo:
Es el nº 1 para combatir la inflamación y las enfermedades crónicas.
Un estudio reciente de la Universidad William Paterson de Nueva Jersey clasificó más de 40 frutas y verduras según su capacidad para combatir la inflamación y las enfermedades crónicas. Los investigadores examinaron la biodisponibilidad de varios nutrientes de probada eficacia contra la inflamación, como el hierro, el potasio, la fibra, las proteínas, el calcio, la tiamina, la riboflavina, la niacina, el folato, el zinc y las vitaminas A, B6, B12, C, D, E y K. El berro encabezó la lista con una puntuación de 100, seguido de la col china (91,99) y la acelga (89,27). Kale El berro, conocido como el "rey de los superalimentos", recibió sólo un 49,07.
Tiene esa K especial (y C y E)
Ochenta gramos de berros crudos tienen más del 200% del valor diario recomendado (VD) de vitamina K, que ayuda a la coagulación de la sangre, favorece la salud ósea y, según un estudio de 2014, puede ayudarte a vivir más tiempo. También tiene más vitamina C que una clementina y más vitamina E que el brócoli, según la Watercress Company, con sede en el Reino Unido.
Puede tener efectos antienvejecimiento.
En un estudio realizado en 2012 en el Reino Unido, 11 mujeres comieron 80 gramos de berros al día durante cuatro semanas. Los investigadores, dirigidos por nutricionista y la dietista Sarah Schenker, utilizaron un sistema de análisis de la tez VISIA en el cutis de las participantes antes y después del estudio. Tras las cuatro semanas, nueve mujeres habían reducido los poros, ocho habían mejorado la textura, siete habían reducido las arrugas y la mayoría había aumentado la energía. "El berro es una fuente rica en betacaroteno, necesario para aplacar los radicales libres, que pueden dañar las células de la piel", dice el Dr. Schenker, y añade que los altos niveles de vitaminas C y E contribuyeron a estos efectos.
Está consagrado.
La creencia en los beneficios del berro se remonta a los antiguos griegos. Según la Watercress Company, Hipócrates lo utilizaba para tratar a sus pacientes, los emperadores romanos lo comían por su valentía, los victorianos lo empleaban para diversas dolencias y, en el siglo XVII, un herborista lo utilizó para tratar el escorbuto.
¿Y cómo se come? Simplemente sírvela como lo harías con cualquier hoja verde, incluidas las espinacas o kale. Ponla en ensaladas, haz un puré con ella para hacer pesto, añádela a los bocadillos o cuécela en sopas. Pero como se cultiva en aguas poco profundas, asegúrate de enjuagarla bien antes de comerla y aprovechar todos esos asombrosos beneficios.
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