Dime si eres como yo. (Pista: si estás leyendo esto, probablemente lo seas).
Cuando empecé a ayudar a la gente a comer más sano hace más de 30 años, era una especie de hobby que se me daba bien por naturaleza. Me convertí en la designada "persona que sabe de salud". Así que la gente me hacía preguntas sobre todo tipo de temas, desde la pérdida de peso hasta las alergias y... lo que se te ocurra.
Como persona dadivosa, disfrutaba dando consejos gratuitos. Sobre todo porque me encantaba hablar de comer bien y llevar una vida sana.
Entonces, me di cuenta de tres cosas:
1) La gente parecía más propensa a seguir los malos consejos por los que pagaba, ignorando los buenos consejos que eran gratuitos.
2) Luchaba por ganarme la vida haciendo un trabajo que no me interesaba, mientras no ganaba ni un céntimo de lo que más me apasionaba: la vida sana.
3) Mientras casi el 100% de la gente está confundida sobre qué comer -gastando miles de millones en dietas de moda-, no hay casi ningún sitio al que acudir en busca de ayuda real.
Mientras pensaba profundamente en estas cosas, decidí probar un experimento.
Empecé a cobrar por los consejos.
Lo que me sorprendió fue cómo la gente empezó a seguir mis recomendaciones una vez que pagaban por ellas.
Con el tiempo, y a base de mucho ensayo y error, descubrí cómo crear una práctica en torno al coaching de personas.
A medida que se corría la voz, estaba más ocupado de lo que nunca hubiera imaginado, con más clientes de los que podía atender. A medida que más gente mejoraba, se corría más la voz, y eso traía aún más gente.
Con unos ingresos saneados procedentes de clientes de pago, pude dedicar parte de mi consulta a ayudar a personas necesitadas. La gente mejoraba y yo ayudaba a más gente que antes... un sueño hecho realidad.
Una vez que descubrí cómo hacerlo -ayudar a la gente a mejorar con los conocimientos que yo tenía sobre salud y ganarme muy bien la vida haciéndolo-, me di cuenta de que otras personas querrían hacer lo mismo.
Si podía ayudar a la gente a hacer carrera con un sistema probado para conseguirlo, me atreví a pensar que realmente podríamos cambiar el mundo.
Y así se plantó la semilla que dio lugar a la Nutrición Integrativa.
Más de 30.000 graduados después, el sistema se ha perfeccionado por completo desde aquellos días iniciales de hace 30 años.
Ahora, me gustaría compartir contigo un segmento de la clase en el que hablo sobre cómo pasar de dar consejos de salud sin cobrar a ganarte la vida y obtener ingresos reales haciendo el trabajo que te gusta: