Por qué deberías ser tu propio San Valentín este año

Cuando se acerca San Valentín, nos bombardean con bombones en forma de corazón, tarjetas románticas y guías de regalos con consejos sobre qué comprar a tu pareja. Si tienes pareja, puede haber mucha presión para celebrar la fiesta con la persona que amas. Incluso si no tienes pareja, sigue habiendo mucha presión para celebrarlo con amigos, compañeros de trabajo o alguien especial.

Puede que te preguntes: "¿Tener un Valentín me hace realmente feliz?". A menudo definimos la felicidad fijándonos en factores externos, ya sea otra persona, una casa más grande o un coche más bonito. Sin embargo, la relación más importante que podemos tener es la que mantenemos con nosotros mismos. Practicar el amor propio a menudo queda relegado a un segundo plano frente a otros aspectos "más importantes" de la vida, pero he aquí la cuestión: el amor propio te enseña más sobre tus necesidades y valores, y te ayuda a apoyar a quienes te importan.

Así que en lugar de preocuparte por los planes que tienes para el 14 de febrero, te animamos a que centres tu atención en celebrarte a ti. Olvídate de la presión, ¡y sé tu propio San Valentín este año! Aquí tienes algunas formas de practicar el amor propio y sentirte más especial:

1. Déjate mimar. Relájate y desconecta con una pedicura, un baño caliente, un masaje o un tratamiento facial. Mimarte también puede ser tan sencillo como encender velas durante una comida, ver tu película favorita o leer tu revista favorita de principio a fin.
2. Date un capricho. Compra flores para alegrar tu casa, adquiere esa prenda de ropa a la que le has echado el ojo, o llévate a una cita a una comida especial y a un evento asequible (¡o gratis!). ¡Te mereces cuidarte!
3. Medita. Encuentra la paz interior y el equilibrio silenciando el móvil, apagando las notificaciones de correo electrónico y simplemente reclamando espacio para estar presente contigo mismo.
4. Mueve tu cuerpo. Empieza o termina el día sudando. Programa una clase de fitness o sal a correr o a caminar a paso ligero, ¡con un amigo para que sea más divertido! Otra idea: Pon tus canciones favoritas y monta una fiesta de baile en tu propia casa.
5. Come lo que te gusta. Come en un restaurante que tenías ganas de probar o pide comida para llevar en un sitio recomendado. Crea espacio para el placer y la alegría, además de para la nutrición física.

Por supuesto, hay una gran variedad de formas de practicar el amor propio. En realidad, todo depende de lo que más te guste hacer. Quizá sea algo tan sencillo como dormir unas horas más, leer un libro o escuchar música. Comprométete a hacer que el 14 de febrero sea para ti de la forma que te parezca más especial.

Aparte de practicar el amor propio, aquí tienes otras razones para considerar la posibilidad de ser tu propio Valentín:

Sin presión
Admitámoslo: Cualquier festividad puede añadir un poco de estrés extra a nuestras vidas. En lugar de preocuparte por hacer una reserva o decidir qué regalo le va a encantar a tu pareja, ¡piensa en lo que tú quieres!

Sin decepciones
Cuando celebras San Valentín con tu pareja, es habitual tener expectativas. Con la presión de hacer regalos viene la posibilidad de sentirse decepcionado por la forma en que se desarrolla el día. Ahora tienes la oportunidad de aprovechar al máximo el 14 de febrero haciendo que todo gire en torno a ti.

Más tiempo para la positividad
No pienses menos de ti porque no celebres San Valentín con alguien especial. Considera la posibilidad de cambiar tu mentalidad: Estás soltera porque así lo has elegido. Aplasta esos pensamientos inútiles despertándote y escribiendo en un diario lo que te gusta de ti misma. Agradece quién eres y todo lo que tienes.

¿Qué vas a hacer para celebrarte este 14 de febrero? ¡Compártelo en los comentarios de abajo! Y recuerda siempre que tienes el mejor San Valentín ahí fuera: ¡TÚ!

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